• Como alternativa a la falta de preparación y oportunidades para los jóvenes, la ONG Junior Achievement impulsa programas de educación financiera, emprendimiento, preparación para el trabajo y habilidades digitales.
  • Lo hace bajo la teoría de autoeficacia, brindando oportunidades para que los jóvenes sean protagonistas de sus vidas.

21 de septiembre de 2023. La terminalidad efectiva del nivel secundario siempre ha sido un desafío del sistema educativo en el país. Si bien se observa una tendencia al alza en la tasa de egreso, tres de cada diez jóvenes de entre 18 y 24 años no completan el nivel medio en la actualidad. Además, únicamente un tercio de los jóvenes consigue acceder a empleos de calidad. Estos datos se derivan del informe titulado «Juventud, Educación y Trabajo», elaborado por el Observatorio de Argentinos por la Educación y CIPPEC.

Frente a esta situación, Junior Achievement, la ONG que prepara a los jóvenes para los empleos del futuro, los motiva para que hagan crecer sus ideas emprendedoras, perfeccionen sus habilidades laborales, administren sus ingresos y aseguren mejor calidad de vida para ellos, sus familias y sus comunidades.

Con programas facilitados por docentes y profesionales voluntarios, la ONG permite la vinculación directa entre la escuela y el mundo del trabajo, y garantiza que la experiencia educativa tenga miradas diversas. Asimismo, brinda a los jóvenes experiencias vinculadas con el mundo real: aprenden a liderar, a crear, a vender y a comprar; a trabajar en equipo.

“En Junior Achievement creemos en el potencial sin límite de los jóvenes, pero no alcanza con que nosotros creamos. En todos nuestros programas trabajamos con un norte en común: que los jóvenes se sientan capaces y preparados para lograr aquello que se propongan”, menciona Bernardo Brugnoli, director de Junior Achievement Argentina.

Dentro de los cuatro ejes de trabajo -Educación financiera, emprendimiento, preparación para el trabajo y habilidades digitales– la ONG, que tiene presencia en el país desde hace más de 30 años, implementa la teoría de la autoeficacia en todos sus programas, desarrollando en los jóvenes la premisa “que se crean capaces de”, ya que las personas que se creen capaces de algo tienen más posibilidades de lograrlo. Esta teoría se denomina “teoría del cambio” y se basa en cuatro estrategias fundamentales:

  • Aprender haciendo: a través de experiencias reales los jóvenes adquieren y dominan nuevas habilidades. No se trata únicamente de que sean capaces de aprender o adquirir conocimiento, sino de asumir una actitud de protagonistas en todos los ámbitos de su vida: en sus casas, en la escuela y en lo que elijan para su futuro, ya sea dentro o fuera de una organización. En este proceso es fundamental involucrar y dejarlos liderar para que puedan impulsar su camino de aprendizaje y sientan ganas de hacer, de cuestionar, de debatir.
  • Modelos de conducta: incluyendo mentores y referentes que inspiran a los jóvenes con sus testimonios y sus experiencias, sus éxitos y sus fracasos. Habilitando el diálogo con diferentes actividades para que puedan tener conversaciones sobre sus miedos, dudas, deseos y proyecciones. Ya que uno imagina, aspira o planea en base a lo que conoce. Más trayectorias un estudiante conoce, más se atreve a soñar.
  • Respaldo y apoyo de terceros: los jóvenes necesitan recibir la confianza de otros, que los crean capaces de tener éxito. A través de esta metodología, los jóvenes se convierten en protagonistas y toman sus propias decisiones, acompañados y guiados por sus docentes y mentores, que confían en que puedan lograrlo y si no lo hacen, aprenden durante el proceso.
  • Optimismo: resulta el principio clave para que los jóvenes se crean capaces de buscar las oportunidades en entornos adversos y desarrollen el espíritu emprendedor. Aquí de nuevo juega un papel importante la oportunidad de sacar un aprendizaje de los procesos, que supere al éxito o al fracaso.

Esta teoría se vincula, a su vez, con otras competencias, como las habilidades socioemocionales, que les permiten a los estudiantes ser líderes, comunicar sus ideas, tomar decisiones, evaluar riesgos y vincularse con otras personas, siendo más resilientes y adaptables frente a las urgencias y las crisis que presenta la sociedad en la que vivimos.

“Estamos convencidos de que la educación es el camino para construir un país mejor y que es fundamental ofrecer a los jóvenes experiencias de vida que se complementen con la educación formal. De esta manera, llegan mejor preparados para materializar sus propios proyectos e insertarse en el ámbito laboral, enfrentando desafíos y transformándolos en oportunidades”, concluye Bernardo Brugnoli, director de Junior Achievement Argentina.

En 2022, la ONG tuvo un alcance de 53.556 estudiantes, que realizaron 75.666 experiencias educativas en 1.428 escuelas, con 1.945 docentes que se formaron y acompañaron a sus estudiantes. En 2023, ya pasaron por sus programas de formación más de 80.000 jóvenes de todo el país.

Acerca de Junior Achievement:

Junior Achievement es una de las ONG más grandes del mundo. A través del aprendizaje práctico y combinado en educación financiera, habilidades digitales, formación para el trabajo y emprendimiento, empodera a los jóvenes para que hagan crecer sus ideas emprendedoras, perfeccionen sus habilidades laborales, administren sus ingresos y aseguren mejor calidad de vida para ellos, sus familias y sus comunidades.

Con más de 100 países miembros, la red de Junior Achievement está potenciada por más de 500.000 voluntarios y mentores, quienes sirven a 12 millones de jóvenes alrededor del mundo cada año. Es una de las pocas organizaciones con la escala, la experiencia y la pasión para formar a la próxima generación de jóvenes líderes.

En Argentina, opera desde 1991 y cuenta con oficinas en Buenos Aires, Córdoba, Mendoza, Salta y Santa Fe; alcanzando con sus programas a más de 1.150.000 estudiantes de todo el país.

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