Beland fomenta el reciclaje social y la responsabilidad ambiental de forma dinámica e innovadora.

La mayor parte de las botellas plásticas terminan en la basura , solo se recicla un muy bajo porcentaje.

Si bien la conservación del ambiente y prácticas sostenibles han cobrado gran relevancia en las agendas legislativas de varios países y empresas (por ejemplo, la Unión Europea apunta a que sus miembros recuperen el 90% de las botellas de plástico para el año 2025, mientras que Coca-Cola se ha comprometido a recuperar el 100% de sus envases para el 2030), aún estamos lejos de que el público tome real conciencia de la situación ambiental.

Un estudio de la Universidad de Georgia ayuda a entender la magnitud del problema: desde 1950 hasta la fecha, hemos producido y descartado más de 8 mil millones de toneladas de plástico, lo que equivale a 264 trillones de botellas, es decir, más de 33 mil botellas por cada habitante del planeta.

Con estas cifras a la vista, está claro que se necesita un cambio urgente y sostenido en nuestras prácticas de consumo y producción para abordar este desafío ambiental y garantizar un futuro más limpio y responsable.

Pero quizás el problema de fondo sea que hay muchos materiales que no se reciclan porque simplemente no es rentable hacerlo.

Y es con este propósito que, a fines del 2020, nació Beland, la startup sostenible que busca poner en valor el impacto ambiental, social y económico que tienen nuestros residuos, a fines de incentivar a millones de individuos y organizaciones a cuidar la vida en nuestro planeta.

“Creemos que el reciclaje es una verdadera solución ante nuestro problema de contaminación a nivel mundial, pero somos conscientes de que para que sea realmente sostenible a largo plazo tiene que ser una tarea rentable.” dice Diego Vargas, founder y CEO de la empresa.

¿Qué es y cómo funciona Beland?

Beland es una plataforma de reciclaje social desarrollada en Argentina con el fin de recuperar botellas de plástico y otros residuos directamente desde el consumidor final e insertarlos nuevamente en la cadena productiva a través del reciclaje social.

La startup bonaerense desarrolla y produce estaciones de reciclaje autónomas que actualmente reciben botellas de plástico, las trituran, y a cambio entregan caramelos o monedas digitales que los usuarios podrán canjear por pesos desde la aplicación Beland.

“Queremos demostrar que es posible manejar nuestros residuos dentro de un modelo de reciclaje rentable, verdaderamente circular y de triple impacto” cuenta Vargas, que nació en Ecuador hace 32 años y es Licenciado en Comunicación.

Beland es la primera plataforma en Argentina en premiar económicamente el reciclaje de sus usuarios y tiene tres grandes puntos por probar según su creador: “Reciclar puede ser una tarea sencilla e interactiva. Nuestros residuos no son basura, y sobre todas las cosas, reciclar no solo aporta al cuidado del ambiente, también transforma millones de vidas”.

Las máquinas de reciclaje de Beland están presentes en la Usina del Arte y el Centro Cultural de Recoleta.

Pero ¿qué es reciclaje social y por qué Beland es una plataforma que entra en esta categoría?

El reciclaje social implica iniciativas que combinan la preservación del medio ambiente con el apoyo a comunidades. En el caso de Beland, todo el material que recuperan es donado a cooperativas que se dedican a la clasificación de residuos para su posterior reciclaje. Estas cooperativas buscan asegurar que las personas que las conforman tengan una fuente de ingreso y condiciones de trabajo dignas todos los meses.

“Además de donar el material que reciclamos, trabajamos con las cooperativas para crear productos verdaderamente sostenibles con los materiales que tenemos a nuestra disposición, lo cual aumenta exponencialmente la rentabilidad de estas cooperativas, genera más fuentes de empleo en sectores vulnerables de la población y le da una nueva oportunidad a nuestros residuos” agrega el CEO.

Diego Vargas, fundador de Beland

Acuerdo con la Ciudad de Buenos Aires

Actualmente, Beland tiene un convenio con el Ministerio de Espacios Públicos de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, a través del cual instalaron dos estaciones de reciclaje en el Centro Cultural Recoleta y en la Usina del Arte.

Su modelo de negocio busca incluir al sector privado en el proceso del reciclaje a través de dos actividades:

“Por un lado está lo que se denomina Marketing circular, que permite a los sponsors personalizar el diseño y el mensaje de una o varias de nuestras estaciones de reciclaje y generar en conjunto acciones de reutilización.

Esta es una gran alternativa para cualquier empresa que busque exponer sus marcas en espacios de alto tránsito, contribuir con la conservación del ambiente y generar un impacto social positivo», explica Vargas.

“Y por el otro, tenemos el Upcylce social, que busca introducir productos elaborados 100% de materiales reciclados y con impacto social positivo en la cadena productiva y comercial.»

App y próximos pasos

En lo que queda del año, Beland publicará su aplicación, la cual es compatible con Android y IOS, para que sus usuarios puedan empezar a recibir monedas digitales por su compromiso. Además, a mediano y largo plazo quieren incorporar más tipos de residuos en sus procesos, aumentar exponencialmente su capacidad de recuperación de desechos y facilitar aún más el reciclaje para los usuarios.

Queremos trabajar con todas las personas y organizaciones que estén dispuestas a sumarse a nuestra iniciativa. Este no es un objetivo que podamos alcanzar solos, sino que necesitamos de toda la ayuda y el compromiso que sea posible: una persona que recicla hace una gran diferencia en el mundo. Hacerlo juntos lo cambia todo” concluye el founder de Beland.

El llamado de la startup se extiende a inversores que quieran sumarse al proyecto, ya que se encuentran en una ronda de inversión semilla para seguir desarrollando su tecnología, brindar un buen servicio, llegar a más lugares más rápido y empezar a recuperar residuos.