Pudimos ver que hay una intensa actividad en el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, se está gestionando muy activamente el fortalecimiento de las articulaciones público-privadas y la integración de los barrios populares al ecosistema laboral y sustentable; para enterarnos de los detalles conversamos con Maria Belén Barreto, responsable de la Subsecretaría de Desarrollo del Potencial Humano.
PH: ¿Cuáles son las principales iniciativas que se están llevando a cabo en el Ministerio de Desarrollo Humano y Hábitat en materia de desarrollo social?
Belén Barreto: La situación estructural de desigualdad y pobreza que la Argentina viene arrastrando desde hace tanto tiempo requiere de una mirada desde la perspectiva del trabajo que sea innovadora. Desde el Ministerio estamos impulsando acciones de triple impacto que generen mayor productividad y funcionen como un puente, una articulación entre el sector público y el sector privado. Por eso, estamos trabajando en el fortalecimiento de las unidades productivas de las cooperativas para que puedan presentarse en distintos procesos de compra pública y que también puedan participar en compras de empresas del sector privado.
Nuestra estrategia está vinculada a que los sectores de la economía social y popular puedan fortalecerse, crecer, estar formalizados, integrarse a cadenas de valor sustentable, ser parte de las contrataciones laborales y obtener empleo genuino.
Desde hace seis años estamos trabajando con dos grandes líneas:
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La primera es la integración social y económica de los barrios populares para que tengan acceso a agua potable, infraestructura y viviendas de mejor calidad. Actualmente, estamos avanzando con el Barrio Padre Mugica (Retiro), el Barrio 20 (Lugano), el Barrio Rodrigo Bueno (Puerto Madero) y el Barrio Playón de Chacarita.
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La segunda línea tiene que ver con brindar herramientas productivas y de trabajo a la población que vive en los barrios populares y que forma parte de la economía social de la ciudad (cooperativas, grupos asociativos, emprendedores sociales, comercios, etc.).
PH: ¿Por qué eligieron estas líneas de trabajo?
Belén Barreto: Cuando hacemos nuestras intervenciones los vecinos, en general, nos piden trabajo y herramientas laborales. A partir de esos requerimientos decidimos complementar la política redistributiva que tenía el ministerio e incorporar la pata de desarrollo social. En este sentido, apuntamos a que las personas que forman parte de este universo puedan acceder a un empleo genuino mediante el fortalecimiento de habilidades para la empleabilidad de los sectores más populares. En consecuencia, los ayudamos a armar su currículum y desarrollamos también una acción de conversación con empresas, para que cuando reciban la postulación de una persona que vive en alguno de estos barrios tengan la iniciativa de la inclusión.
Tratamos de orientar los vecinos para que puedan insertarse en el mercado laboral y lo complementamos con la nueva Ley de integración productiva, que salió hace dos meses y que hicimos en conjunto con el Ministerio de Producción de la ciudad, que fomenta que las empresas se instalen en barrios populares para generar empleo genuino.
PH: ¿De qué manera logran que las empresas se liberen de los prejuicios y dejen de lado las barreras geográficas?
Belén Barreto: Además del proceso de urbanización en el que estamos trabajando, que implica que las calles de los barrios tengan nombres formales, que se cambien los DNI de los vecinos para registrar la nueva nomenclatura de los domicilios y que se articule con la nueva ley, también hacemos hincapié en la concientización del sector privado.
Las empresas atraviesan por un cambio de conciencia porque saben que si contratan a personas de los barrios populares el impacto que generan es el doble. Por otra parte, reciben un incentivo económico a través del Plan Empleo Joven. Este beneficio se obtiene mediante la contratación de jóvenes de entre 18 y 24 años y el Estado se encarga de una parte del salario mínimo, vital y móvil por cada persona contratada. En el caso de que la persona sea mujer ese porcentaje aumenta. Además, la Ley de integración productiva tiene un beneficio impositivo para que las empresas se instalen. Estamos haciendo una apuesta muy fuerte de inversión y para revertir ciertas dinámicas.
PH: ¿Cuál es el objetivo de las empresas en este proceso?
Belén Barreto: El cupo de contratación de vecinos que tienen como meta las empresas instaladas con emprendimientos en los barrios populares es de al menos un 30%. Las que forman parte de estas iniciativas tienen tres objetivos: la contratación de personas con generación de empleo genuino, brindar servicios que no hay en los barrios populares como farmacias, financieras, etc. y generar integración, es decir, llevar la ciudad a estos lugares.
PH: ¿En qué otros aspectos está trabajando el Ministerio?
Belén Barreto: En el fortalecimiento de las unidades productivas. Con la Ley de Promoción a la Economía Social y Popular, que salió hace dos años, lanzamos un registro de unidades productivas para establecer cuáles eran las cooperativas de la ciudad, cuáles los comercios populares y cuáles los emprendedores.
Hoy, tenemos una gran base de datos y estamos ofreciendo tres líneas de apoyo: acceso al financiamiento, comercialización y asistencia técnica para la producción.
Para ofrecer financiamiento, creamos un fondo público-privado (FONDES) para que las empresas también puedan participar. En este proyecto el Estado pasa de una política de subsidios a créditos productivos para el sector y es un vehículo que busca brindar financiamiento para la economía social y popular. Mediante este fondo buscamos fomentar un ecosistema de crédito social y trabajar con el sector de manera directa.
PH: ¿Cómo se vinculan con las empresas?
Belén Barreto: Les proponemos a las empresas que sean nuestras aliadas y que la alianza sea un poco más que una acción concreta o donación. En este sentido, les damos la opción de que generen inversiones en el FONDES, que contraten empleados, que hagan una apuesta comercial y se instalen en el barrio popular o que le compren al sector a través de un programa de compras sustentables. Con estas compras buscamos consolidar los emprendimientos como proveedores de las empresas. En este punto, la idea es revisar la cadena de valor de productividad que hoy tiene la ciudad y definir la forma en la que una empresa puede contribuir con impacto social. Un ejemplo: les proponemos que compren sus uniformes a las cooperativas de los emprendedores. Este sistema es bastante novedoso y tiene que ver con la economía circular y con el impacto que las empresas generan.
PH: ¿Dónde se pueden encontrar los productos que se venden?
Belén Barreto: En la plataforma Valor Popular (https://valorpopular.buenosaires.gob.ar/). Cuando empezamos a generar esta línea de proveedores el rol del Estado era unir puntas. Actualmente, hay más de 200 productos cargados en la plataforma y cualquier empresa que quiera contactar a un proveedor de la economía social lo puede hacer de manera muy simple. El gobierno también le está empezando a comprar al sector. Los ejes de articulación público-privada que estamos trabajando los materializamos en un sello de impacto social, que pueden obtener las empresas que participen en una o varias de las iniciativas ofrecidas. Queremos que este sello sea parte de una estrategia más amplia del Gobierno para el triple impacto y que, junto con el Sello Empresa Mujer y el Sello Verde del Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, formen una mirada más amplia de cómo el sector privado se va articulando con el Gobierno.
Sello “Impacto Social” para empresas comprometidas con el desarrollo económico de los barrios populares.
“Sello empresa mujer” Compra pública sustentable con enfoque de género.
“Sello verde” para empresas de la Ciudad de Buenos Aires
